El proceso migratorio requiere, entre otras cosas, una cuota de sacrificio que muchas personas no están dispuestas a pagar. Desde que mi esposa y yo empezamos este largo camino, sabíamos que debíamos ganarnos el derecho de emigrar.
En este sentido, existen a mi parecer tres variables importantísimas que se deben tomar en cuenta: paciencia (por lo largo del proceso), trabajo (para ahorrar lo más posible) y estudio (para llegar lo mejor preparados).
Desde que un candidato introduce los papeles hasta que lo convocan a la entrevista puede pasar un año. Es por ello que el uso efectivo de ese tiempo, nos hará llegar muy bien preparados.