
Para la ciudad, esto significa una enorme fiesta. La inyección económica que tiene la celebración de la carrera, así como su proyección en el mundo, hace de este evento, una prioridad para Montreal. Es por ello que se toman su organización muy en serio.
Por ese motivo, cada jueves previo a la carrera, el comité organizador del gran premio realiza unas "puertas abiertas" al circuito, en las cuales, los fanáticos y curiosos pueden visitar y ser testigos de primera línea, de cómo se preparan los equipos para la carrera. Y como no podía ser de otra manera, nos aventuramos a ir.