Inadaptación social en Montreal

Canadá es conocido por antonomasia como "país del primer mundo", y no es para menos. Todos los índices de desarrollo humano a nivel mundial avalan esa acepción. Ergo, mucha gente piensa que los canadienses son seres humanos que han alcanzado tal grado de madurez colectiva, que pasan de los problemas conductuales que tanto criticamos en nuestros países de origen.

La verdad sea dicha. La gran mayoría de los canadienses son personas corteses, amables y abiertos a ayudar. El respeto y la tolerancia que han desarrollado son dignas de estudio.

Sin embargo, como dice el refrán: "En todas partes cuecen habas". Es por ello que decidimos escribir esta nota, para poner en perspectiva ciertas situaciones de las cuales somos testigos semanalmente.

Para comenzar, es menester definir la inadaptación social: "Es la incapacidad que exterioriza un individuo a la hora de adaptarse a una situación determinada dentro del entorno en el cual vive y se desarrolla. Ya sea por un desajuste personal, algún conflicto con el medio, fracaso ante los estímulos sociales, entre otros; la persona que se encuentre en esta situación estará ciertamente al margen de la normalidad social, manifestando un comportamiento que discrepa de plano con las pautas sociales imperantes." (Fuente: www.definicionabc.com)

Ahora bien, según la definición anterior, en todos lados hay inadaptados sociales. Personas que desafían el statu quo que impera en la sociedad, reaccionando de modo muy propio a cada situación.

Para nosotros, esto no representaba un problema, ya que no consideramos que nuestro modus vivendi sea un ejemplo a seguir. La inadaptación social se refleja en el ojo del acusador, no del acusado.

No obstante, aquí en Canadá, específicamente en Montreal, hemos visto como algunos de estos inadaptados han cruzado la línea del respeto y la tolerancia. Si bien es cierto que no han tenido esos detalles con nosotros, hemos sido testigos de excepción de sus actos.

ACLARATORIA: Las personas a las que se refiere esta nota no incluyen a los itinérant ou sans-abri (sin techo), ya que el problema que los llevó a esa situación es muy diversa y no es solo por causa del vicio.

Luego de este largo prefacio, vamos a detallar las cosas que hemos visto:

• Es común ver en el metro a nativos (amerindios) en gran estado de embriaguez. Por lo general gritan y balbucean cosas (siempre en inglés) llegando al punto de la violencia física. Sin mayor provocación, golpean y patean salvajemente al que está al lado, agregando su dosis de groserías.
• Los drogadictos, en horas nocturnas, recorren los vagones del metro reclamando alguna colaboración para su próxima dosis. En algunos casos, se ponen insistentes y groseros si no ven satisfechos sus requerimientos.
• Siguiendo con el punto anterior, hemos visto con horror el comercio de estupefacientes en la calle. Lo peor es que la actitud de las personas que compran estos productos, por lo general, es desafiante y altiva. Los alrededores de la estación Berri-UQAM, por la plaza Plaza Émilie-Gamelin, es un claro ejemplo de ello.
• Los que abusan del alcohol no se quedan atrás. Muchos de ellos están tan ebrios, que derraman el líquido de sus botellas dentro de los vagones del metro. Sin ir más lejos, vimos en primera persona como dos afroamericanos, con sendas botellas de vodka en sus manos, arrinconaban a una mujer desconocida en un vagón del subterráneo. 
• Según estadísticas, el 5% de la población padece algún tipo de desorden mental. Es común ver a este tipo de personas escupir, gritar o hacer cualquier improvisación ante la mirada indiferente de todos los presentes.
• Aquí existen pandillas, que se agrupan según su origen étnico. Aunque no hemos visto que molesten a alguien, siempre van gritando, consumiendo hierba, etc.
• Hemos visto personas que piden dinero mientras hablan por celular. ¡Qué locura!

Pero, la gran diferencia que existe entre la inadaptación social entre Canadá y Latinoamérica es la reacción de la gente. Aquí, las personas con problemas de vicio son consideradas enfermas, por lo que mucha gente siente compasión por ellas. Si una persona es golpeada o insultada por uno de estos individuos, por lo general se aleja sin responder. La gente alrededor no se involucra y todo queda como si no hubiese pasado nada.

También existen personas inadaptadas que no interactúan con las demás personas. Por lo general, andan calladas, con el rostro serio y la mirada perdida. Esto es para aclarar que los casos en los que hay insultos y agresiones, representan un pequeño porcentaje del total.

Ahora bien, muchos nos dirán que en Latinoamérica existen casos parecidos, y lo más seguro es que sea así. Sin embargo, aquí en Canadá, la mayoría de estas personas reciben ayuda social (aprox 600 CAD mensuales) y exención de impuestos, lo que facilita su estilo de vida.

¿Qué hacer para evitar algún incidente?

• Evitar hablar con estas personas.
• No caer en provocaciones. Eludir la confrontación.
• Avisar a la policía o a los inspectores de la STM de la presencia de estos individuos.
• Usar el sentido común.

Ya para concluir, hay que hacer notar, que como nos trasladamos a diario en metro, somos más susceptibles de ser testigos de estas cosas (por lo menos, un incidente semanal). Sin embargo, no hay que temer. Montreal es y será siempre una ciudad segura.

Esperamos que esta nota les haya parecido interesante. Quedamos atentos de sus comentarios.

À la prochaine!

AUTOR:Aleymina - De Valencia a Montreal©

Somos una pareja venezolana en el proceso de inmigración a Montreal, Quebec. Canadá.
Este blog es una bitácora detallada de todo nuestro proyecto de migración.