Esta alegría es indescriptible, seguramente se debe a la confianza de saber que hicimos un buen trabajo, y que estamos cosechando lo que tanto nos costó sembrar.
Ahora, ¡a celebrar! Les prometo que más tarde les cuento mi experiencia con detalle ya que me voy a ¡Andrés Carne de Res!
¡Yupiiiiiiiiiii!