
Para ese entonces, la solución a ese problema empezó por la cancelación de esa tarjeta de crédito y la suscripción a un plan de seguridad que enviaba un SMS a mi teléfono cada vez que se registrase un consumo vía tarjeta de débito y/o crédito.
En ese entonces, me encantó la proactividad de mi banco a la hora de solucionar este problema, amén que me devolvió el monto estafado.