
Las emociones intensas del primer año han menguado, dado que ya estamos inmersos dentro de la dinámica de la ciudad. Sin embargo, nos mantenemos muy enfocados, ya que tenemos bien claro que nuestra meta no tiene final, es el camino per se.
Aunque algunas cosas pudiesen sonar repetitivas, déjennos contarles como ha sido nuestro segundo año aquí en Canadá, específicamente en Montreal. Allí les va: