
Ya pasaron 1438 días, ¡casi cuatro(04) años! desde que mi esposa y yo enviamos el expediente para su tratamiento al BIQ. Como ha corrido agua bajo el puente desde entonces. Durante este tiempo, hemos pasado por altas y bajas. Muchas veces la impaciencia y el pesimismo nos venció, pero siempre mantuvimos la constancia como norte en nuestro proyecto migratorio.
Pero hoy, podemos decir con todo el orgullo, ¡TENEMOS VISADO! No se imaginan lo feliz que nos sentimos por esta meta alcanzada. Después de casi cuatros años podemos afirmar, que si bien no fué para nada sencillo, valió cada hora de estudio, cada moneda gastada, cada trámite hecho. Es el premio por hacer las cosas
SIEMPRE BIEN.