
Debemos confesar que la vorágine del comienzo, donde todo era algo nuevo, ha disminuido bastante. Ya nos hemos asentado en la ciudad, ya somos parte de su dinámica. Nos sentimos cómodos, nos sentimos parte.
Sin embargo, es menester comentar como ha cambiado nuestra percepción luego de este largo trayecto. Y como es costumbre, vamos a detallarlo con lo que nos gusta, lo que no tanto y lo que nos parece curioso.